El viaje a Ítaca continúa, sigo recorriendo mundos,
conociendo personas hermosas y amables por donde paso, recogiendo los sabores,
los olores, las historias, las vivencias propias y oyendo las ajenas,
llenándome de visualidades que no
tenia antes de emprender el viaje, el recorrido me ha llevado desde el sur al
norte de América, desde el hermoso y ancestral pueblo de Otavalos y la Arcadia
Quito de Guayasamin a la multicultural New York, y de ésta hasta la serena y apacible New London,
y como he escrito en otro texto, el oleaje me ha mostrado tantas maravillas que
no esperaba encontrar, como ver de frente a Orión en el límpido cielo nocturno
desde mi terraza a orillas del Thames, o estar sentado bajo un cerezo florecido
en la primavera del Central Park.
Ahora en Caracas puedo mirar ese tramo del recorrido y desde
la distancia saborear las memorias, en especial las nacidas del hermoso “puerto
de Connecticut” (para aglomerar
con este nombre las distintas poblaciones que me regalaron su maravilloso
paisaje en especial New London, Groton, Old Lym, Mystic, entre otros) en donde
el río Thames con su cambiante rostro motivó parte del trabajo desarrollado
durante mi permanencia en esta tierra a que la hice mía, naciendo así mi
proyecto “River of Silince”
desarrollado en Expressiones Cultural Center.
Guido y José, Sikiu y Sharon me guiaron en el recorrido, me
brindaron historia y paisaje, aprendí de los modernos "Mohican" que
la gran familia está para ayudarse que las cosas de la tierra no son de uno
sino de todos; que la vida es un
largo compartir con amistad y cariño, con abrazos sinceros.
Hoy veo en la distancia y con cierto dejo de melancolía
evoco lo vivido y pinto desde la memoria, desde la emoción y desde el feeling y
nacen estas piezas bañadas en blanco y amor, en rojo y cerezo, en azul y cielo, en gris y bruma, en
plateado y río…
“En Búsqueda del Invierno” es una idea dentro de otra idea,
un capítulo del “Viaje a Ítaca” donde, tras los resultados pictóricos obtenidos
en función de las recientes experiencias de viaje he decidido ahondar en una
línea directa hacia una pintura libre de color o por lo menos escasa de color,
donde el blanco sea el eje de investigación.
Y es que tiene que ver no solo con la memoria que se
desvanece y va aislando los recuerdos, va filtrando las experiencias y se va
quedando poco a poco en blanco, en donde el pasar de los años se reduce a vagos
recuerdos, donde los rostros de otrora se van desvaneciendo y convirtiéndose en
una pequeña insinuación, las múltiples experiencias de cada día se desdibujan
al caer la noche y así la suma de todos los días y de todas las experiencias
transcurrido un tiempo no son mas que destellos en blanco con alguna mancha de
color.
El invierno es precisamente ese momento del tiempo en el que
el color desaparece para dar paso a las brumas, a las nieves, al blanco o gris,
al recogimiento, a al encierro, a la meditación en soledad, al encuentro con el
mundo interior, al silencio. Temas que abordo en este capitulo de la
investigación.
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