viernes, 19 de octubre de 2012

Portafolio 2012




El viaje a Ítaca continúa, sigo recorriendo mundos, conociendo personas hermosas y amables por donde paso, recogiendo los sabores, los olores, las historias, las vivencias propias y oyendo las ajenas, llenándome de visualidades  que no tenia antes de emprender el viaje, el recorrido me ha llevado desde el sur al norte de América, desde el hermoso y ancestral pueblo de Otavalos y la Arcadia Quito de Guayasamin a la multicultural New York, y de ésta  hasta la serena y apacible New London, y como he escrito en otro texto, el oleaje me ha mostrado tantas maravillas que no esperaba encontrar, como ver de frente a Orión en el límpido cielo nocturno desde mi terraza a orillas del Thames, o estar sentado bajo un cerezo florecido en la primavera del Central Park.
Ahora en Caracas puedo mirar ese tramo del recorrido y desde la distancia saborear las memorias, en especial las nacidas del hermoso “puerto de Connecticut”  (para aglomerar con este nombre las distintas poblaciones que me regalaron su maravilloso paisaje en especial New London, Groton, Old Lym, Mystic, entre otros) en donde el río Thames con su cambiante rostro motivó parte del trabajo desarrollado durante mi permanencia en esta tierra a que la hice mía, naciendo así mi proyecto “River of  Silince” desarrollado en Expressiones Cultural Center.
Guido y José, Sikiu y Sharon me guiaron en el recorrido, me brindaron historia y paisaje, aprendí de los modernos "Mohican" que la gran familia está para ayudarse que las cosas de la tierra no son de uno sino de todos;  que la vida es un largo compartir con amistad y cariño, con abrazos sinceros.
Hoy veo en la distancia y con cierto dejo de melancolía evoco lo vivido y pinto desde la memoria, desde la emoción y desde el feeling y nacen estas piezas bañadas en blanco y amor,  en rojo y cerezo, en azul y cielo, en gris y bruma, en plateado y río…
“En Búsqueda del Invierno” es una idea dentro de otra idea, un capítulo del “Viaje a Ítaca” donde, tras los resultados pictóricos obtenidos en función de las recientes experiencias de viaje he decidido ahondar en una línea directa hacia una pintura libre de color o por lo menos escasa de color, donde el blanco sea el eje de investigación. 
Y es que tiene que ver no solo con la memoria que se desvanece y va aislando los recuerdos, va filtrando las experiencias y se va quedando poco a poco en blanco, en donde el pasar de los años se reduce a vagos recuerdos, donde los rostros de otrora se van desvaneciendo y convirtiéndose en una pequeña insinuación, las múltiples experiencias de cada día se desdibujan al caer la noche y así la suma de todos los días y de todas las experiencias transcurrido un tiempo no son mas que destellos en blanco con alguna mancha de color. 
El invierno es precisamente ese momento del tiempo en el que el color desaparece para dar paso a las brumas, a las nieves, al blanco o gris, al recogimiento, a al encierro, a la meditación en soledad, al encuentro con el mundo interior, al silencio. Temas que abordo en este capitulo de la investigación. 

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